DONOSTIA
La capital guipuzcoana puede presumir de contar con algunos establecimientos en los que se trabaja este bollo con especial mimo
El cruasán es una pieza de bollería de fama mundial. En casi cualquier rincón del mundo se puede disfrutar de este bollo que tiene cabida a cualquier hora del día. Pero morder un buen cruasán no es tan sencillo, toda vez que no son muchas las cafeterías y panaderías que apuestan por una elaboración artesanal del mismo. San Sebastián puede presumir de tener algunos de esos establecimientos que siguen defendiendo la producción casera, esos obradores en los que todo se elabora con la finura y pasión de antaño. A continuación, aquí van algunas propuestas para disfrutar con esta pieza tan demandada.
Casa Otaegui: la gran pastelería de San Sebastián
Casa Otaegui
- Direcciones Narrika, 15 / San Martín, 30 / Matía, 3 – San Sebastián
- Teléfonos 943 42 56 06 / 943 42 10 45 / 943 21 80 89
- Web www.pasteleriaotaegui.com
Hablar de tradición y repostería en la capital guipuzcoana es hacerlo de Casa Otaegui. Más de cien años de experiencia y dedicación avalan la trayectoria de una de las firmas más valoradas y queridas de nuestro territorio. Y motivos hay de sobra para tener en consideración la labor de esta empresa familiar que lleva décadas alegrando y endulzando la vida de los guipuzcoanos. Su compromiso con la excelencia ha sido determinante para que sus elaboraciones fueran calando en una sociedad guipuzcoana que no entiende las celebraciones sin los productos de esta pastelería donostiarra. No hay más que atravesar la puerta de cualquiera de sus establecimientos para transportarse a un mundo de placer para todos los sentidos.
Casa Otaegui destaca por la calidad de su materia prima, por apostar firmemente por el trabajo artesanal, el que llevan a cabo en su obrador, y del que salen los dulces de todo tipo que se pueden adquirir en cualquiera de sus tres tiendas ubicadas en San Sebastián (El Antiguo, Parte Vieja y Centro). Hay espacio para los amantes de los pasteles, de las pastas y, por supuesto, de las tartas. Y, cómo no, es el lugar ideal para convertir la Navidad en uno de los momentos más agradables del año gracias a su variedad de turrones, elaborados con mimo.
La pasión que llevan demostrando desde 1886 se refleja en cada una de sus elaboraciones, con especial mención para una Panchineta con más de 80 años de historia y que forma parte de la vida social de los guipuzcoanos.
Cruasanes de Casa Otaegui: magia con tan solo cinco ingredientes
Los cruasanes son una de las grandes especialidades de Casa Otaegui, uno de los acompañantes de lujo para un sabroso desayuno o para endulzar el final de una comida. Por ello, en esta pastelería prestan especial atención a su elaboración. Harina, leche, mantequilla, azúcar y una pizca de sal. Todo de la mejor calidad. Es el secreto de un cruasán artesano con reconocimiento dentro y fuera de la ciudad. Horneado a diario, mantiene la esencia de la receta que se utilizaba cuando Casa Otaegui abrió sus puertas hace más de 130 años. Un producto imprescindible para empezar el día con un toque dulce y con la garantía de quien siempre apuesta por una materia prima excelente en todas sus elaboraciones.
Una de las novedades de cara a este año es que puedes disfrutar de un gran desayuno en su renovada terraza de la calle San Martín. Un buen cruasán como el que elabora Casa Otaegui, un buen café (desde el pasado viernes trabajan con Nespresso) y un zumo de naranja recién exprimido son los alicientes para empezar el día de la mejor manera posible.
Y todo con vistas a la catedral del Buen Pastor, uno de los iconos de la arquitectura de San Sebastián.
Buen servicio, buen producto y buena terraza en un mismo espacio: la terraza de Casa Otaegui.
Pastelería Oiartzun: una referencia en el Boulevard donostiarra
Pastelería Oiartzun
- Dirección Ijentea, 2 – San Sebastián
- Teléfono 943 42 62 09
- Web www.pasteleriaoiartzun.com
Uno de esos rincones de Donostia en los que a uno le apetece perderse. Ubicado en el epicentro de la vida social de la capital guipuzcoana, Pastelería Oiartzun es el lugar ideal para disfrutar de un producto dulce, sabroso, elaborado de una forma cuidada en su obrador y acorde siempre a los gustos de los clientes.
No faltan los clásicos de la bollería 100 % artesana ni las tartas más reconocidas en un escaparate que presenta, desde hace 50 años, piezas de bollería para desayunos y meriendas, tartas únicas y personalizables, pasteles clásicos o de creación propia, pastelitos, pastas de té, trufas y bombones fundentes… argumentos que le convierten en defensores del saber hacer y de lo recién hecho.
La napolitana de chocolate, las palmeras normales, de chocolate o de pistacho, el lazo, las bombas de crema o nata o el bollo suizo son algunas de las propuestas que uno puede adquirir cualquier tarde. Para los días más especiales, esos en los que uno quiere dejar un buen sabor de boca a familiares y amigos, qué mejor que los brazos de nata o crema, la tarta gambeta o bombón, el milhojas, el pastel vasco o la tarta de queso donostiarra. Propuestas diversas con un denominador común: la calidad de todas ellas.
Esa excelencia ha derivado en el solete Repsol que ha recibido, convirtiéndose en la primera pastelería de la ciudad que lo consigue. Una garantía de éxito que llega después de muchos años de trabajo. Y todo en esa esquina que conecta el Boulevard con la Parte Vieja de San Sebastián. Una terraza y un interior que son patrimonio de la ciudad.
Cruasan de pastelería Oiartzun: crujiente por fuera y jugoso por dentro
El cruasán siempre ha sido carta de presentación de esta pastelería. Cualquier desayuno, hamaiketako o merienda se ve sublimado por esta pieza de la gastronomía dulce. Crujiente por fuera y jugoso por dentro, los elaboran exclusivamente con mantequilla tradicional y se hornean diariamente en su obrador, dirigido por David Martín. La mejor materia prima transformada por el mejor saber hacer de unos pasteleros vocacionales hacen que sus cruasanes, en cualquiera de sus versiones, sean una recomendada degustación gourmet en la capital guipuzcoana. Y para los más golosos, el cruasán de chocolate ofrece ese extra de sabor.
Geltoki: excelencia donostiarra en pleno Centro
Pastelería Geltoki
- Dirección Easo, 61 – San Sebastián
- Teléfonos 943 45 09 02 / 678 713 414 (Whatsapp)
- Web geltoki.net
Pastelería Geltoki nace en 1988, año en el que José Mari Pikabea y Carmen Echave deciden abrir su propia pastelería en el Centro de San Sebastián para poder desarrollar todas las ideas surgidas fruto de años de experiencia, viajes y a una continua formación de manos de los mejores pasteleros internacionales. Partiendo de una larga experiencia familiar, tratan de aunar tradición e innovación y van adaptándose a las necesidades, cambios y evolución del mercado. Diariamente elaboran bollería, pastas de mantequilla, pasteles, pastelitos y tartas en su propio obrador situado en la misma calle Easo, bajo la tienda. Geltoki, además, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y dispone de tienda online y también de servicio de reparto a domicilio.
Entre todo el surtido de tartas que se puede adquirir en su tienda, destacan la tarta Ondarreta, la tarta de queso, la tarta de yogur con chocolate y frambuesa, la tarta de café con chocolate y crujiente de barquillo, así como las tartas personalizadas.
Tres son los principios que ha defendido Geltoki desde su creación: tradición, experiencia y excelencia, y son los causantes de que su evolución haya sido la correcta a lo largo de las décadas y de que hayan creado una perfecta unión entre la artesanía y la innovación.
Para ahondar en esa ‘esencia donostiarra’ que tanto defienden, el conocimiento tiene un gran valor en el día a día de su trabajo. Por ello, utilizan ingredientes que conocen perfectamente y los manipulan para crear postres que viven en la excelencia gracias a unas recetas antiguas que han personalizado para dar un plus a cada elaboración.
Cuatro días para conseguir un cruasán diez
Elaboran en su obrador (situado debajo de la tienda) cruasanes 100 % mantequilla de forma artesanal en un proceso que dura cuatro días: amasado de harina, agua, sal, levadura, huevos y masa madre. Descanso de un día. Se le añade mantequilla y otro día de descanso. Se estiran los plastones de hojaldre y se forma manualmente el cruasán. Fermentación y cocción diaria. Sin aditivos ni conservantes para lograr un producto fresco y de calidad. Es la exigente fórmula del éxito de un producto con una gran aceptación por parte de la clientela, que valora el esfuerzo, el trabajo y la dedicación que hay detrás de cada uno de los productos que se ofertan en la tienda.
Garikano: pasión por lo artesano
Pastelería Garikano
- Dirección Paseo de Errondo, 3 – San Sebastián
- Teléfono 943 45 25 68
- Instagram @garikanogozotegia
La tradición tiene un punto de encuentro en esta pastelería donostiarra que goza de más de 60 años de vida y dos generaciones de apasionados por la profesión. Una de las claves del éxito de esta es que todos los productos que se ponen a la venta se elaboran en el obrador de la misma, un espacio en el que el mimo y la calidad del producto garantizan un resultado excelente.
Una de esas piezas de bollería que siempre triunfan es el cruasán. Da igual la hora, da igual la época del año, estamos ante uno de los clásicos de la pastelería donostiarra. Y en Garikano lo saben, de ahí que sigan elaborando mediante una receta tradicional este bollo que no pasa de moda.
Si por algo destaca este cruasán es por su fermentación lenta (tiene poca levadura), 24 horas en las que la masa madre gana cuerpo y que son el origen de un producto sabroso. El otro secreto es el hojaldrado, ese proceso en el que la masa se estira y se dobla y que se puede apreciar cuando se abre el cruasán. Capas que muestran el trabajo que hay detrás de cada pieza de bollería.
Con tan solo harina, mantequilla y azúcar, el cruasán que sale del obrador de Garikano es excepcional. Esponjoso, sabroso y con una textura muy fina. Un cruasán que no solo ha conquistado a los vecinos, sino que también se ha convertido en un reclamo para la hostelería guipuzcoana, que ha visto en él un motivo para mejorar sus desayunos.
Es tan solo uno de los muchos productos que la pastelería tradicional de paseo de Errondo pone a la venta. Pastas, pastelitos, helado… todo está hecho con la pasión de quien lleva toda una vida apostando por lo artesano.
DIARIO VASCO