En ningún momento de este siglo XXI ha habido tan poco comercio dedicado a la moda como ahora. Y –lo que es peor– la cifra no para de caer. Así lo muestra la última actualización de la radiografía que publica anualmente la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), que concluye, entre otras cosas, que el sector está lejos de remontar de las heridas provocadas por la pandemia de covid.
Si en 2019 había 61.891 comercios abiertos dedicados al textil en España, ahora, con datos de 2023, esta organización tiene identificados 43.879, una caída del 29%. Esto supone, además, que el país cuenta con un centenar menos de puntos de venta que en 2022, cuarto año consecutivo que la curva va a la baja tras el drástico recorte de casi 15.000 negocios que propició la crisis sanitaria.
Hay que tener en cuenta que, según los planes de expansión de las grandes compañías del sector como Inditex o Mango, la estrategia pasa hoy en día más por tiendas de mayor dimensión y mejor situadas, que por las aperturas indiscriminadas. De todos modos, son varias las empresas que, pese a haber nacido con vocación ‘online’ y haberse popularizado entre los más jóvenes gracias a sus estrategias en redes sociales, han abierto puntos de venta a pie de calle en los últimos años. Si, incluso así, la cifra total va a la baja, es fácil deducir que en el otro lado de la balanza hay mucho pequeño comercio bajando su persiana.
Este informe incluye otros datos que refuerzan esta tesis pesimista. Por ejemplo, que el número de personas que trabajan en establecimientos textiles crece solo un 0,8% de un año a otro y aún está lejos de alcanzar las cifras de 2019 (son casi 166.800 ahora, frente a los 199.100 de entonces). O que la facturación de este conjunto de locales apenas supera la barrera de los 11.000 millones de euros, de nuevo un ligero avance respecto a 2022 (+3,4%), pero no lo suficiente significativo como para recortar los 7.000 millones de euros que hay de distancia con lo que movía este sector antes de la pandemia. Y eso que 2023 ha sido un año récord en cuanto al gasto que han hecho los turistas en España, más de 108.000 millones de euros destinados en un 80% a moda y complementos.
Sin embargo, en total, el comercio textil español facturó el año pasado un 40% menos que en 2019, con Madrid, Catalunya y Andalucía concentrando prácticamente la mitad de estos ingresos.
No ayuda que el gasto que destinan las familias al textil siga también lejos de los volúmenes de hace cinco años. De acuerdo con los datos que incluye Acotex en este informe, son 922 euros al año frente a los 1.200 que eran habituales desde 2015.
Las cadenas ganan peso
Por lo que refleja este balance, las líderes del sector son las cadenas especializadas. Este tipo de tiendas han ganado muchísima popularidad desde los años 90, cuando apenas sumaban un 8% de lo que ingresaba el comercio textil. La radiografía de 2023 muestra que los establecimientos como Zara, Bershka, Stradivarius, Mango o HyM se llevan el 39% de lo que invierte el consumidor en moda, un porcentaje que ganó velocidad a raíz de la crisis sanitaria. También se aceleró, aunque en este caso para mal, la pérdida de peso de las tiendas multimarca, que a finales del siglo pasado suponían casi el 60% del mercado y ahora están por debajo del 10%.
ntre ambos canales están los hipermercados y supermercados, que concentran un 27% del gasto, y los establecimientos ‘outlet’, con un 16%. En último lugar, se sitúan los grandes almacenes, que captan un 8% de lo que se destina a moda, complementos y textil para el hogar.