Dos de cada diez guipuzcoanos han aplazado la decisión de comprar una vivienda, un coche o irse de vacaciones
La carestía de la vida está mermando hasta tal punto la economía familiar que son ya la mitad de los hogares vascos los que han visto reducida su capacidad de ahorro. Así lo revela el último ‘Estudio de hábitos de consumo’ realizado desde el Observatorio del Comercio de Euskadi, Enfokamer, que evidencia también cómo dos de cada diez guipuzcoanos han tenido que ‘aparcar’ la compra de un coche, una vivienda o irse de vacaciones ante la imposibilidad de hacer frente a este gasto bien por falta de liquidez o por no disponer de suficiente ‘colchón’. El bolsillo se mira, y mucho, y la inflación sigue siendo la principal inquietud de la ciudadanía, que ve cómo la subida de los precios continúa menguando su capacidad adquisitiva y por ende, impactando en el consumo.
El bolsillo se resiente. Un 51,9% de los vascos encuestados considera que su capacidad de ahorro se ha reducido respecto al año previo, un dato que se modera respecto al alcanzado el pasado año (62,5%) pero que sigue afectando a una mayoría. En lo que respecta al futuro a medio plazo, temen que su capacidad de ahorro «seguirá igual», por lo que vuelve el escenario de expectativas «congeladas». Por otro lado, la subida de precios está obligando a las familias a tirar de los créditos al consumo para hacer frente al elevado coste de la vida. Así, la falta de liquidez de muchos hogares ha disparado este tipo de préstamos (hasta 100.000 euros en todo el Estado) para financiar la compra de un electrodoméstico o pagar gastos imprevistos.
¿Qué preocupa? La principal inquietud de la ciudadanía vasca sigue siendo, por segundo año consecutivo, la inflación, aunque en menor medida que el año anterior (baja de un 34,6% frente a más del 50% en 2022). Esta preocupación tiene especial incidencia en la franja de edad de los 40 y 49 años. Entre los más jóvenes, además, el mercado de trabajo (la falta de empleo, las condiciones laborales o la depreciación de los salarios) y la vivienda se sitúan a la cabeza de las preocupaciones. En Gipuzkoa, la carestía de los precios es algo que quita el sueño al 30,3% de los encuestados y la vivienda, al 20%, muy por encima de cuestiones como la educación (10,2%) o la inseguridad ciudadana (7,8%).
Cesta de la compra, suma y sigue. A nadie se le escapa la escalada de los precios a la hora de pasar por caja en el supermercado. Así lo perciben el 99% de los encuestados, que destacan de forma espontánea el aceite como el producto más caro de la cesta de la compra y el más afectado por la inflación, seguido de las frutas y las verduras, la carne y el pescado. De esta forma, los productos de alimentación siguen siendo el principal aspecto que condiciona el recorte de la capacidad adquisitiva de las familias y es la categoría en la que más han aumentado el gasto. Fuera de los alimentos, la gasolina y las facturas energéticas son los conceptos que más duelen en el bolsillo de los ciudadanos de Gipuzkoa, aunque la subida en estos servicios se percibe en menor medida que la registrada en alimentación.
Hipoteca. Las subidas de los tipos de interés han ahogado a cada vez más familias que tienen que afrontar el pago mensual de la hipoteca. Así, el 41% de los consultados con préstamo hipotecario considera que las sucesivas subidas de tipos que se han vivido afectará mucho o bastante a la economía familiar -Uno de cada tres vascos dispone de un crédito hipotecario contraído con una entidad financiera-. Estos incrementos en la mensualidad pueden suponer hasta 200 euros más para las hipotecas variables. Dejar de pagarla no es una opción, salvo que no quede más remedio, por lo que el gasto se recorta de otras partidas.
Coches y viajes, aparcados. Dos de cada diez guipuzcoanos han tomado la decisión de esperar para adquirir un coche, una casa o irse de vacaciones. Son las consecuencias visibles de la inflación: la de «posponer la compra de bienes duraderos que tenía previsto adquirir a principios de año». Los vascos que rondan entre los 40 a 49 años son los más reacios a hacer desembolsos (un 29,4%) en coches, grandes viajes o vivienda, seguidos de los de 30 a 39 años (26,9%). Por sexos, las mujeres miran más el gasto (21,7%) frente al 19% de hombres.
¿Dónde compramos? En el caso de la alimentación fresca, el supermercado de proximidad es el principal establecimiento de compra de los vascos (75,2%). También se decantan por la tienda especializada -carnicería, pescadería, frutería…- para productos perecederos. En el consumo de moda y calzado se observan diferencias entre territorios: los guipuzcoanos prefieren más el comercio local frente a los alaveses y los vizcaínos, que prefieren los centros comerciales.