ZARAUTZ
No cabe duda que la hostelería tiene un déficit; faltan camareros, sobre todo camareros suficientemente preparados para atender en los establecimientos, en Zarautz, aunque el mismo problema se da también en muchos otros municipios. De ahí que la iniciativa impulsada desde la asociación de hostelería Zurekin de Zarautz haya tenido una acogida tan positiva. Han sido una veintena de jóvenes quienes han completado un curso de servicio y atención básico en hostelería, de 20 horas de duración que se ha impartido en cinco días (de lunes a viernes), de 9.00 a 13.00 horas en las instalaciones de la Escuela de Hostelería Aiala.
Tuvimos ocasión de acercarnos el viernes al final del curso y nos llamo la atención la juventud de la veintena de cursillistas, tanto chicos como chicas, que, por otra parte, trabajarán a partir de ahora, y en principio para el verano, en diferentes establecimientos hosteleros de Zarautz. «Estamos muy contentos porque hemos llenado todas las plazas disponibles para el curso y también muy orgullosos del programa que se ha diseñado desde la asociación, ya que los alumnos han asistido a Masterclass de primerísimo nivel, con profesorado del Basque Culinary Center», remarcan desde la asociación.
Cinco clases
Es el primer curso de estas características que se imparte en Zarautz y, además, gratuito. Los jóvenes comenzaron la semana con una clase de cocktelería de la mano de Patxi Troitiño, donde aprendieron a organizar y distribuir el trabajo en barra, servir bebidas, y tuvieron un acercamiento a la cocktelería sencilla. El martes, con Juan Carlos Gómez, el turno fue para la organización del trabajo en el comedor, donde aprendieron las herramientas principales para ello. También tuvieron la visita de Maite Etxaniz y Esther Facchin, del ayuntamiento de Zarautz, quienes explicaron cómo ser buenos embajadores de Zarautz, a la vez que se les hacía entrega de un pequeño vocabulario en euskera.
En la clase del miércoles se les hablo de las normas básicas de seguridad e higiene y obtuvieron el carnet de manipulador de alimentos de la mano de Ane Barinagarrementeria. El curso prosiguió el jueves, de la mano del veterano cocinero José Ramón Agiriano, impartiendo nociones sobre enología, servicio de bebidas y conocimiento del vino para asesorar a los clientes y, para finalizar, el viernes recibieron la última clase, con el curso de barista: el café y las infusiones, con Alejandro Rodríguez, responsable en formación de Cafés Baque.
Al finalizar, se les entrego a todos el certificado acreditativo del curso. No cabe duda que este tipo de iniciativas son buenas para el sector de la hostelería; cuanta más gente bien preparada haya, mejor les irá y por ahí también se gana a la clientela.