Agrupación de Asociaciones de Comerciantes de Gipuzkoa

Ongi etorri Dendartean-era, jarraiguzu!

La reducción de jornada se aplicará con retraso en varios sectores, como el campo

Sindicatos y patronal negocian ciertas licencias para aquellas actividades más afectadas, incluidos el comercio, la hostelería y algunas industrias

La reducción de la jornada laboral desde las actuales 40 horas semanales a 38,5 horas no será una realidad antes de que termine el año en todos los sectores, pese a que el Gobierno se ha comprometido a ello en su pacto de investidura. De hecho, previsiblemente 2025 tampoco terminará con todos los empleados españoles trabajando de media un máximo de 37,5 horas, otra de las promesas acordadas entre el PSOE y Sumar para la presente legislatura. Así, habrá excepciones: algunos sectores, aquellos en los que más impactará y que más complicado tienen su aplicación, tendrán un margen mayor para cumplir con este recorte de horario.

Eso es lo que están negociando ya los sindicatos y la patronal, según ha podido confirmar este periódico y el Ministerio de Trabajo no tiene por qué oponerse, ya que recientemente les prometió dejarles «el tiempo y la flexibilidad suficiente» para adaptarse. Los interlocutores sociales se sentarán de nuevo este jueves en la mesa del diálogo social bipartito -es decir, sin el Gobierno- para acordar «ciertas excepcionalidades» al aplicar la reducción de jornada en actividades como el campo, con toda seguridad, y probablemente también la hostelería, el comercio e incluso algunas industrias, según fuentes muy cercanas a la negociación. 

Una de las licencias que quieren establecer es que la entrada en vigor se retrase al menos unos meses para estos sectores, puesto que tendrían muy difícil poner ya este año en acción dicha disminución de jornada. El campo, el comercio y la hostelería son los sectores que estarán más afectados por la reducción horaria, puesto que también son los que tienen una jornada «más alta» que el resto -según un estudio elaborado por CC OO- y unos turnos establecidos que sería muy difícil reorganizar de la noche a la mañana. Lo mismo ocurre en determinadas industrias que funcionan con turnos de ocho horas al día y sería un gran trastorno cambiarlos antes de que termine el año e incluso para 2025.

Disposiciones adicionales

Por esa razón la nueva ley que reducirá la jornada laboral tras más de cuatro décadas congelada en 40 horas incorporará, previsiblemente, unas disposiciones adicionales que fijarán unos meses más de margen para ciertos sectores y aplazará hasta más allá de 2026 su aplicación.

Y no será la única excepcionalidad que quieren introducir en la futura norma sindicatos y patronal, puesto que además pretenden establecer una forma para poder distribuir la jornada en estas actividades de forma más flexible. De esta forma, por ejemplo, abrirían la mano a que se puedan realizar más horas extras o complementarias en cómputo anual, para que no sea necesario contratar a más trabajadores, algo casi imposible para muchos autónomos o pequeñas empresas.

De hecho, la Confederación Española de Comercio (CEC) considera «inasumible» ese recorte. En este sentido, ya alertó de sus «nefastas» consecuencias en el sector, especialmente entre las micropymes a las que afectará de forma «desproporcionada».

Acuerdo «antes del verano»

Antes de acordar estas excepcionalidades, los sindicatos y empresarios tendrán que pactar cuántas horas deben trabajarse en cómputo anual para dejar la jornada en 38,5 horas este año y en 37,5 horas el siguiente.

Lo que tienen claro es que quieren hacerlo ellos solos, sin la injerencia del Gobierno. Y el plazo que se dan para lograr el objetivo es hasta el verano, según ha señalado el secretario general de CC OO, Unai Sordo. «Antes habría que ver claramente si es posible transitar hacia un acuerdo tripartito o no», señaló  ante los medios. Y si no fuera posible, exigirán al Gobierno que actúe.

DIARIO VASCO

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