Los hosteleros guipuzcoanos adscritos al comunicado difundido ayer mostraron su rechazo también por la clausura de establecimientos donde se ha producido «un solo positivo, ya que la hostelería es el único sector al que se le aplica esta norma». Denunciaron que «no solo se precinta el local como si se tratara de la escena de un crimen, sino que se mantiene cerrado, obviando que el resultado de la PCR del resto de empleados ha dado negativo».
Sin ir más lejos, uno de los últimos casos fue el de la hamburguesería Burger King de San Sebastián, que el domingo fue precintada por recomendación de Osakidetza tras el positivo por coronavirus de un empleado. Agentes de la Guardia Municipal pusieron un precinto en los accesos al local, como también han hecho las policías locales en otros establecimientos de Gipuzkoa en las últimas semanas al detectarse algún caso positivo por Covid entre los trabajadores.
Solo en el foco detectado en Ordizia y que obligó a tres bares a cerrar «por precaución», Osakidetza lanzó la primera alerta a los clientes de determinados bares para hacerse la prueba. También en Zarautz hubo test masivos tras el brote originado por la celebración del fin de la selectividad. Pero en el resto de cierres preventivos en Gipuzkoa no se han originado brotes ni dado lugar a más alertas de Salud. Por eso, según cuestionó Natalia Medina, «si el Gobierno Vasco ve necesarias este tipo de medidas exigimos que se apliquen a todos los sectores por igual. Si se cierra un bar por un positivo, ¿por qué no cerrar un centro comercial, un ayuntamiento, una iglesia o una gran empresa?».
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